Ante los últimos casos conocidos en Chile, en especial el de Nelly Aguilera, mujer de 69 años que fue detenida por tener dos plantas de marihuana en Concepción, Fundación Daya comparte la declaración de los derechos humanos para el acceso médico al cannabis y cannabinoides a la que subscribimos el 2014.
La declaración es compartida por la Unión de Pacientes por la Regulación del Cannabis, quienes se constituyen para defender el uso de esta planta como “tratamiento supervisado por un médico, de una manera segura y asequible, sin discriminación alguna por edad, sexo, status o condición.”
De acuerdo con la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por las Naciones Unidas en 1948:
«Todos tienen derecho a la vida, la libertad y la seguridad de la persona» (Artículo 3).
«Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado para la salud y el bienestar de sí mismo y de su familia, incluida la alimentación, la vestimenta, la vivienda y la atención médica y los servicios sociales necesarios, y el derecho a la seguridad en caso de desempleo. enfermedad, discapacidad, viudez, vejez u otra falta de sustento en circunstancias ajenas a su voluntad «(Artículo 25, Párrafo 1).
Considerando que esta Declaración se aplica a todas las personas y a todos los pueblos, mientras que muchos médicos tienen prohibido por ley tratar a sus pacientes con medicamentos a base de cannabis y que muchas personas no pueden acceder a los medicamentos basados en el cannabis declaramos que:
Todo médico tiene derecho a tratar a sus pacientes con cannabinoides y productos de cannabis de acuerdo con las normas de buena atención médica.
Todos los pacientes tienen derecho a acceder al cannabis y a los cannabinoides para recibir tratamiento médico supervisado por un médico, independientemente de su condición social, nivel de vida o recursos económicos.