La hija de Alexander se llama Mía y tiene actualmente 1 año y medio de vida. A mediados de 2018 fue diagnosticada de dos graves enfermedades: en un hemisferio del cerebro tiene Esclerosis Tuberosa; en el otro hemisferio tiene Síndrome de Start-Weber. La suma de ambos males le provocó desde los 3 meses padecer convulsiones, espasmos y ausencias.

Cuando la niña comenzó a recibir aceite de cannabis, la situación cambió drásticamente. Desde el segundo día de administración, sus efectos positivos fueron notorios. Pasó de tener cerca de 15 convulsiones diarias a no sufrir ninguna. Desde noviembre de 2018 hasta la fecha, (junio de 2019) Mía prácticamente no convulsiona, está mucho más conectada y comienza a intentar dar sus primeros pasos. “Mi hija volvió a nacer” nos dice Alexander, con la mirada llena de optimismo.

Alexander Hernández, Paciente