La rápida coordinación entre Fundación Daya y la Defensoría Penal Pública evitó que continuara una absurda persecución a un paciente usuario medicinal y su padrastro, ambos con su receta y tratamiento al día en nuestro centro médico.
Robinson Orellana recibió la visita de Carabineros en su hogar durante las últimas horas del día lunes, producto de una denuncia anónima por el cultivo medicinal de Cannabis que mantenía en el lugar tanto para su medicación como la de su padrastro, de 71 años y con un diagnóstico de cáncer de próstata.
Tras un procedimiento violento, donde los oficiales profirieron distintas amenazas para que Orellana firmara su permiso de entrada y registro, este fue detenido y debió pasar la noche en un calabozo de la 49ª Comisaría de Quilicura.
“Fundación Daya tomó este procedimiento desde un comienzo, comunicándonos con el funcionario policial a cargo, quien de manera exaltada buscaba ingresar al inmueble, esgrimiendo artículos de la ley que no corresponden y una supuesta flagrancia que tampoco se configuraba. Acá otra vez vemos que los policías no manejan la normativa y actúan amenazando a los pacientes, lo que finalmente reditúa en que se declarara ilegal la detención y la fijación de la correspondiente audiencia de sobreseimiento”, explicó el abogado y director de la Clínica Jurídica de Fundación Daya, Hernán Bocaz.
Sin embargo, a primeras horas de esta madrugada, gracias a las gestiones de los defensores y funcionarios de la Fundación, el Juzgado de Garantía recibió la documentación que justificaba el uso medicinal y declaró la detención ilegal, por lo que Robinson fue dejado en libertad y finalmente será sobreseído de todos los cargos en su contra.
«Ayer vivimos acá en la casa momentos de terror. Estoy libre hoy, tras estar detenido toda la noche y pasar parte del día en trámites por algo injusto. Por fin estoy junto a mi familia, mi señora e hijas. Agradezco mucho haber contado con el apoyo y asesoría de Fundación Daya y la Defensoría Penal Pública, si no quizás mi historia habría sido otra”, explicó Robinson tras volver a su hogar y abrazar a sus seres queridos.
Lamentablemente, en el allanamiento ilegal realizado por Carabineros las plantas que ambos pacientes mantenían para sus respectivos tratamientos fueron decomisadas; esto se traduce en su interrupción y, por ende, en una afectación a su salud y calidad de vida.