- La nueva líder de Daya asume el cargo tras ocho años de estar al mando de Ana María Gazmuri, su fundadora, hoy diputada electa por el Distrito 12.
- Impulsar el trabajo de la Clínica Clínica Psico-Socio-Jurídica de Fundación Daya, que acompaña a usuarios medicinales de cannabis perseguidos por la justicia; y proyectar un área de Salud Mental para hacerse cargo de la actual crisis de trastornos psicológicos y psiquiátricos, entre sus prioridades.
Trabajar por el respeto de los derechos y de la soberanía de las personas para decidir cómo sanarse y cómo vivir, está entre las razones de Francisca Gaete (40), coach ontológico y fundadora de Fractal Desarrollo Humano -consultora organizacional y escuela de formación y especialización en coaching ontológico-, para tomar la dirección ejecutiva de Fundación Daya.
“Me honra mucho que me hayan hecho esta invitación. Es un gran desafío (…) el propósito que tiene la fundación tiene un valor gigante. Es una organización muy valiente”, dice Francisca en su primera entrevista en el cargo que le entregó la fundadora de Daya, Ana María Gazmuri, al comenzar su camino al Congreso. La diputada fue electa con amplia mayoría y dirigió la fundación desde sus comienzos en el 2013.
La nueva Directora Ejecutiva de Fundación Daya, Francisca Gaete, lleva más de quince años trabajando en impulsar el desarrollo humano y es una referente nacional e internacional del coaching ontológico. Formando a más de 18 generaciones de coaches ontológicos en el país.
Creó el modelo “el arte de generar vínculo” con el cual ha acompañado a equipos ejecutivos, de alta dirección y colaboradores en diferentes industrias en Chile y Latinoamérica. Actualmente está cursando el seminario Antroposófico en Arche, un centro de investigación y desarrollo de la Pedagogía Waldorf.
En esta entrevista, la también actriz y terapeuta en análisis bioenergético, adelanta sus principales prioridades y retos al mando de Fundación Daya y su comunidad de pacientes, usuarios y socios.
¿Qué te motivó a tomar este importante desafío?
He venido de un mundo de mucha observación de equipos, de empresas, de organizaciones, ya sea privadas y públicas, de sistemas de salud también, en donde como consultora, observaba desde afuera, mostraba, acompañaba y después soltaba. Lo que me empezó a pasar fue que el desafío de entrar a un nuevo lugar y permanecer ahí me interesó muchísimo.
Y a Daya, específicamente, llego porque para mí el proyecto y el propósito que tiene la fundación tiene un valor gigante. Es una organización muy valiente, que tiene un propósito y una conciencia muy alta, tanto del ser humano, como de una visión sistémica y colaborativa de la sociedad. Y digo valiente porque eso no es fácil, es más fácil soltar y alinearse a lo que se nos va pidiendo y esta fundación va siempre muy despierta a escuchar qué es lo que están necesitando las personas, a qué hay que desafiarse, principalmente en relación a la salud -algo que está tan vulnerado hoy en día-. Eso me moviliza muchísimo. Me honra que me hayan realizado esta invitación. Es un gran desafío.
¿Y en relación a las demandas y necesidades de la comunidad usuaria de Cannabis en Chile?
Resueno con mucha fuerza en harta dimensiones: primero, creo que hoy día la manera en que los gobiernos y el mundo ofrecen posibilidades para que las personas puedan elegir cómo vivir su vida (vivir su muerte también), cómo sanarse, cómo buscar esos recursos y posibilidades, está muy limitada. Me importa muchísimo que el cannabis y otras posibilidades de sanación puedan desplegarse, aparecer, tener una legitimidad, y que el ser humano pueda tener una soberanía respecto de su salud, sus decisiones y posibilidades.
Además, respecto de la libertad de un ser humano, de decidir qué es lo que necesita en su vida consumir, con las propiedades y la medicina que posee la planta de cannabis, es un derecho absolutamente. Creo que es infantilizar a un pueblo y a una sociedad que ya no resiste. Se requiere también confiar en el ser humano que tiene la libre decisión.
Asimismo, me mueve mucho que exista una ceguera, una ignorancia y muchos estigmas al respecto, que son necesarios erradicar. Con información, con afirmaciones reales, con ciencia, estudios fácticos (que ha levantado la fundación, durante estos ocho años) de lo que realmente posibilita el cannabis. El énfasis estará también en la educación.
¿Cuáles serán las prioridades o primeros pasos en la Dirección Ejecutiva de Daya?
Debido al contexto actual, el trabajo de la Clínica Clínica Psico-Socio-Jurídica de Fundación Daya, que acompaña a usuarios medicinales de cannabis perseguidos por la justicia, es fundamental.
Otro tema muy crítico es lo que se ha denominado “la cuarta ola”, que tiene que ver con la salud mental. Los niveles de angustia, de depresión, de estrés postraumático, fatigas crónicas, pérdida de sentido, son hoy síntomas que afectan a nuestro país, de manera transversal . Esto también es un desafío para la fundación, implementar un área específica o clínica de salud mental para hacernos cargo de esta realidad.
Por otra parte, dada la salida orgánica y necesaria de una gran Ana María Gazmuri, que ha impulsado, sostenido y dado vida a esta fundación y la ha hecho crecer, hoy es momento del equipo. Hoy día todo lo que se ha construido y realizado tiene que aparecer por sí mismo. Ese conocimiento, esos recursos humanos y de competencias del equipo es donde quiero poner todas mis fichas porque creo en eso. Tengo un desafío de liderazgo desde ahí. Que sea un equipo reconocido, respetado y cada día más validado; un equipo donde se acuda para la toma de decisiones relevantes que debe asumir el nuevo gobierno, respecto al cannabis medicinal y la medicina de estilo de vida. Hay una voz que tiene que aparecer y que tiene mucho que decir y aportar al país y la salud en Chile.
¿Cómo has sentido la recepción del equipo de Daya?
Estoy muy agradecida porque el equipo me ha recibido muy cálidamente, eso me da mucho entusiasmo y confianza. Fue como si me dijeran “Adelante, entra y qué bueno que vengas a estar con nosotros”. Eso ha sido muy agradable y maravilloso, es un muy lindo equipo.